La historia se remonta a 1870 en Ringarum, Suecia, cuando Otto Granberg construyó sus primeras sillas. Vendió las sillas en el mercado local. Los negocios le fueron bien y la carpintería de Otto comenzó a fabricar muebles en serie. La fábrica pronto se trasladó a Norrköping y amplió su gama con ventanas, puertas y escaleras.
Después de casi 30 años, el hijo de Otto, Frans, se hizo cargo de la compañía. Siguió los pasos de su padre, pero también empezó a fabricar muebles escolares y productos de carpintería interior. Poco más de treinta años después, Frans dejó la compañía en manos de sus hijos, Nils, Bängt, Oscar y Erik.
Continuaron dirigiendo la empresa como lo habían hecho su padre y su abuelo. Granberg rápidamente se hizo conocida por la garantía de por vida de sus productos. La calidad era alta y, si algo llegaba a romperse, los hijos se aseguraban de que fuera reparado o reemplazado. Una promesa que todavía se aplica hoy en día. Servicio personalizado y productos fiables.
90 años después de que Otto empezara a fabricar sillas, la compañía cambió de dirección y en 1960 comenzó la historia moderna de Granberg. La empresa empezó a fabricar cocinas para discapacitados.
Granberg abrió sus puertas en 1870 en forma de pequeña carpintería. A principios de la década de 1960, construimos la primera cocina especialmente adaptada para personas con discapacidades funcionales.
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